martes, 29 de enero de 2013

Cuentos para jugar

 
 

Resumen

Esta obra recoge veinte cuentos cuyos desenlaces quedan abiertos a tres finales distintos. Por su originalidad y gran ironía, ha servido para estimular la creatividad literaria de profesores y alumnos en todo el mundo.

jueves, 17 de enero de 2013

La niña y el ángel

LA NIÑA Y EL ÁNGEL




Erase una vez una niña llamada Matilde y era una niña muy lista pero sus padres no le hacían ni caso, pero ella iba a la biblioteca y se llevaba un montón de libros cada día y se los iba leyendo, le gustaba mucho la navidad, pero tenía un hermano mayor que siempre le estaba molestando. Un día cuando ya tenía seis años, los padres ya estaban cansados de que siempre le dijera mamá, papá, ¿me llevaréis algún día a la escuela? Y un día su padre de tanto dolor de cabeza la llevo a una escuela pero esa escuela tenía muy mala pinta siempre que se rieran o hicieran algo mal con la directora de la escuela… ¡¡CASTIGADO!! ¡¡Al pasillo!! Y los niños siempre tenían cuidado con la directora, pero siempre se tenía que salir algún que otro niño un día le tocó a Matilde y menos mal que la profesora era buena y le dijo que entrara porque en el pasillo hacia mucho frio y entonces cuando llegó a su casa se lo dijo a sus padres y como se pusieron... ¡no volverás al colegio! Y Matilde se quedó en su cuarto llorando y llorando .Al  día siguiente era el día de reyes , entonces apareció un ángel y  ella , se asustó y dijo:

-¿Qué haces aquí? Y el ángel dijo
-No llores, vengo a decirte que nace el niño Jesús,¡ánimo! no te desanimes, soy tu ángel de la guarda y vengo a protejerte de todos los males ,ahora duermete y descansa tranquila, que mañana será un gran día, va ser el día de los reyes magos y ya verás como te lo vas a pasar de maravilla abriendo tus regalos bueno,¡¡BUENAS NOCHES!! Y que te lo pases muy bien.

  FIN DE LA HISTORIA

domingo, 13 de enero de 2013

Tema 6: Las fracciones Matematicas

Miguel Hernández

Miguel Hernandez





En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vidad para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, descollando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado. En el horno de Efén Fenoll, que está muy cerca de su casa, pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo de poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón Sijé que acude allí a visitar a su novia Josefina Fenoll. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, la toma con entereza y entusiasmo por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al 5є Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que se le traslade a la 1Є Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias obritas deTeatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha(1939).
En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid. Difícil imaginarnos la vida en las prisiones en los meses posteriores a la guerra. Inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en libertad. Fatídicamente, arrastrado por el amor a los suyos, se dirige a Orihuela, donde es encarcelado de nuevo en el seminario de San Miguel, convertido en prisión. El poeta -como dice lleno de amargura- sigue "haciendo turismo" por las cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante, hasta que en su indefenso organismo se declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que se extiende a ambos pulmones, alcanzando proporciones tan alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores acerbos, hemorragias agudas, golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 expira a los treinta y un años de edad.

miércoles, 2 de enero de 2013

El vampiro del torreón

A Juan le inquieta contemplar una luz encendida en una casa que normalmente se encuentra deshabitada. Cuando llegan sus primos, aprovecha la oportunidad para investigar. Una serie de sucesos extraños aumenta la intriga... La policía también tiene sospechas.